El Director gerente la Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente (CEMA) afirma que la quema de neumáticos en la industria cementera es una forma más de reciclar.
Las empresas cementeras han querido salir al paso de las acusaciones de los ecologistas, que afirman que la incineración controlada de los neumáticos que se realizan en este tipo de instalaciones emite la misma cantidad de elementos tóxicos que el incendio producido a cielo abierto en el vertedero ilegal de Seseña. “Cuando quemamos un neumático no sólo lo utilizamos como combustible, también aprovechamos los metales que contiene para la fabricación del cemento. Es una manera más de reciclar”, afirma Dimas Vallina.
El presidente de CEMA se solidariza con la gente afectada por el incendio de Seseña y denuncia la existencia de todos los cementerios de neumáticos ilegales. Además, Dimas se ampara la normativa europea para justificar la quema de neumáticos en las cementeras como poder calorífico. “La utilización de neumáticos en las fábricas de cementos es una práctica que está avalada por la Unión Europea porque reduce las emisiones de Co2, debido al origen renovable del contenido de caucho natural del neumático, y minimiza los costes energéticos y el de los combustibles fósiles”, explica.
Dimas Vallina entiende la alarma social creada, pero asevera que su Fundación ya advirtió de la existencia de estos vertederos e insta a las instituciones a seguir los procedimientos de gestión de residuos aprobados por la Unión Europea: primero reutilizar, después reciclar, después valorizar energéticamente y, por último, el vertedero.
“Según datos de Signus, sólo el 13% de los neumáticos son reutilizados porque en España no hay mercado. El granulado para hacer carreteras, césped artificial… no supera el 34% del total y más de un tercio se está destinando a exportaciones a países que están a más de 10.000 kilómetros de distancia. Si no fuera por industrias como la cementera, tendríamos muchos más Seseñas. Esos son los datos”, afirma Vallina. Y añade que «ojala se pudiera reciclar y reutilizar más neumáticos, pero el mercado marca otra realidad».
Por último, el máximo representante de la CEMA defiende que numerosos estudios científicos independientes a nivel nacional e internacional ponen de manifiesto que el uso de neumáticos en fábricas de cemento no tiene efectos negativos sobre las emisiones de las fábricas, ni por lo tanto riesgos para la salud o el medio ambiente. Como ejemplo, establece como aval los estudios realizados por organizaciones como la Agencia Ambiental de Inglaterra y Gales, el Comité Consultivo sobre Efectos Médicos de Contaminantes para la Salud de Reino Unido, la Agencia de Protección Ambiental Americana-EPA, Universidad de Carnegie Mellon (EEUU) o la Universidad de Lisboa.
Al final, la realidad de los datos es que en España, al igual que en los países de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón, la recuperación material y energética de los neumáticos, se realiza de forma mayoritaria en fábricas de cemento, pero “siempre dentro de un proceso que cumple los estrictos límites legales de emisiones impuestos y con totales garantías para el medio ambiente y la seguridad y salud de las personas”.
Más cementerios ilegales
En lo único que parecen ponerse de acuerdo cementeras y ecologistas es denunciar la existencia de vertederos de neumáticos ilegales. Los tres últimos en aparecer a la luz pública se encuentran en Galicia. La Asociación para la Defensa Ecológica en Galicia (Adega) denuncia que más de 36.000 toneladas de ruedas usadas se encuentran en depositadas de manera ilegal en las localidades de Fene, Somoza y Laracha.
Este grupo explica que esta gran masa de cubiertas viejas está destinada para la utilización como combustible en las cementeras o para caer en el olvido, por lo que reclama a la Xunta una solución al problema. Eso sí, al igual que Ecologistas en Acción, advierte de que la incineración, aunque sea de manera controlada para su uso industrial, no debería plantearse como una alternativa al reciclaje ni a la reutilización.