Los residuos biodegradables enviados a los vertederos producen metano cuando la materia orgánica se descompone anaeróbicamente. Pese a que este GEI puede ser capturado y utilizado para generar energía, en gran parte escapa a la atmósfera, donde tiene un fuerte efecto climático de gran alcance. Reducir la cantidad de residuos destinados a vertederos es un objetivo importante de las políticas de residuos.
Sin embargo, el volumen de residuos sigue aumentando en toda la UE. La generacíon de residuos sólidos urbanos por habitante en 1995 fue de 468 kg, viéndose aumentado a 524 kg en 2008. Esta cifra podría aumentar a 558 kg por persona en 2020 a menos que se pongan en marcha políticas para reducir la generación de residuos.
Tres escenarios diferentes para el 2020 ponen de manifiesto que el potencial de ahorro de gases de efecto invernadero, en gran medida, depende de cómo los países a apliquen las políticas de la UE de residuos, en particular, si cumplen con los objetivos de reducción de vertido de residuos municipales biodegradables de la Directiva sobre vertederos de la UE.
Las principales conclusiones de los tres escenarios diferentes son:
- En un escenario tipo, las emisiones netas de GEI a partir de la gestión de residuos municipales se reduciría en 44 millones de toneladas de CO2 hasta el año 2020, respecto al 2008. Los dos principales factores responsables de esta mejora las emisiones de metano de los vertederos y el aumento de las emisiones evitadas a través del reciclaje.
- Si todos los países cumplen plenamente los objetivos de la Directiva relativa al vertido de residuos, el potencial del ciclo de vida de emisiones de GEI de la gestión de residuos municipales en el 2020 podría reducirse en 62 millones de toneladas de CO2, lo que equivale al 1,23% de sus emisiones totales de GEI en 2008.
- La prohibición total de los vertederos podría reducir más aún las emisiones, reduciendo el potencial de emisiones netas de la gestión de residuos en el 2020 en 78 millones de toneladas de CO2 respecto a 2008. A efectos de comparación, esto es más que el total de emisiones de Hungría en 2008.
Además de la preocupación por el clima, el aumento del reciclaje y la valorización energética, también aumenta la eficiencia de los recursos, objetivo principal de la estrategia de la UE en 2020. Sin embargo, incluso la estrategia de gestión de residuos más eficaz genera gases de efecto invernadero y causa la pérdida de recursos. Los autores señalan que la mejor estrategia es evitar la generación de residuos.
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