Esta semana el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid saca a información pública el estudio de impacto ambiental de la restauración del vertido ilegal de 50.000 metros cúbicos de aceites tóxicos industriales que realizó la empresa Ulibarri-Piqsa entre los años 1989 y 1995.
En la limpieza de la balsa artificial, situada dentro del Parque regional del Sureste, se van a emplear técnicas pioneras en procesos de descontaminación, que comenzarán a mediados de 2014. Los materiales presentes en la laguna se reutilizarán como combustible en un horno cementero, ya que poseen un buen poder calorífico. Una vez realizada la descontaminación se procederá a la rehabilitación ambiental y paisajística de la zona.