Los costes energéticos en la fabricación de cemento suponen el 40% de los costes totales de producción. Por ello, el sector cementero trabaja para aprovechar la energía que existe en los residuos que no se pueden recuperar ni reciclar y que acabarían en el vertedero.
Pero el sector cementero español necesita una factura eléctrica más racional, equiparable a la de los países de nuestro entorno; necesita que las inversiones en infraestructuras se reactiven y, por supuesto, necesita todo el apoyo de la Administración para que los porcentajes de sustitución de los combustibles fósiles por combustibles alternativos continúen aumentando.