Simbiosis industrial
La Comisión Europea define la economía circular como aquella en que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantienen en la economía durante el mayor tiempo posible, y en la que se reduce al mínimo la generación de residuos.
La simbiosis industrial conlleva que organizaciones que operan en diferentes sectores de actividad cooperen para alcanzar un beneficio mutuo a través de la utilización de subproductos, materias, energía y logística optimizando el uso de los recursos y disminuyendo la generación de residuos.
Una mayor circularidad del sector redunda en una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, aspecto de vital importancia en el actual contexto de emergencia climática.
Gracias a la recuperación material y energética de residuos, la industria cementera evita que más de 2 millones anuales de toneladas de residuos acaben enterrados en vertederos, convirtiendo en realidad el paso de residuo a recurso.
La simbiosis industrial constituye un catalizador de la transición hacia una economía circular y la industria cementera es un gran ejemplo al respecto:
- Residuos con alto contenido mineral (residuos de construcción y demolición, lodos de papelera, …) con composición similar a las materias primas con las que se fabrica el cemento, pueden sustituir a las materias primas naturales, disminuyendo así el uso de recursos.
- Otros residuos industriales como (escorias, cenizas, …) se adicionan en la molienda del clínker, reduciendo la explotación de canteras y la generación de enormes pasivos ambientales, en forma de vertederos.
- Finalmente, residuos que no se pueden reutilizar ni reciclar, se usan como sustitutivos del combustible fósil, evitando así su depósito en vertederos.
Mediante el presente Observatorio, la Fundación CEMA impulsa el desarrollo de la economía circular en el sector, proporcionando indicadores que cuantifican la aportación de la industria cementera en el uso sostenible de los recursos, en línea con la Estrategia Española de Economía Circular.