La industria cementera aprovecha los residuos plásticos para generar combustible con el que alimentar sus equipos. Ahorran costes y evitan el crecimiento de los vertederos. La reutilización energética de los residuos evita consumir combustibles fósiles finitos y reduce las emisiones de efecto invernadero.
«Con la combustión del pástico se obtiene más energía de la que se gasta en hacer el proceso de reutilización. El neto es positivo», explica Eva Verdejo, responsable de Reciclado y Medio Ambiente del Instituto Tecnoógico del Plástico (Aimplas).
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